lunes, 24 de agosto de 2009

YO GASTO, TÚ AHORRAS Y: ¡SÍ ESTAMOS ENAMORADOS!


México D.F. a 24 de Agosto de 2009

B-08-147

YO GASTO, TÚ AHORRAS Y SÍ, ESTAMOS ENAMORADOS

A pesar del dicho que dice que los opuestos se atraen, los estudiosos han descubierto que en casi todos los aspectos imaginables, la gente tiende a elegir parejas que se ven, suenan y actúan igual que ellos.

Sin embargo, en el área que está más cargada de conflictos potenciales, el dinero, la gente, de alguna manera, tiende a acercarse a su total opuesto, de acuerdo con un nuevo estudio.

Los "despilfarradores" y los "tacaños" tienden a casarse unos con otros. Desafortunadamente, estas parejas disparejas reportan matrimonios menos felices que las personas con actitudes similares hacia el gasto.

¿Cómo sabemos todo esto? Los investigadores en la Universidad de Pennsylvania, la Universidad de Michigan y la Universidad Northwestern, en Illinois, estudiaron varios sondeos que pedían a parejas casadas que evaluaran de manera separada sus sentimientos personales hacia el gasto del dinero.

Luego, los participantes fueron clasificados en una escala de Tacaño-Despilfarrador. Los términos no se refieren a cuánto gana o gasta una persona, sino cómo describía la gente sus sentimientos respecto a gastar.

Los despilfarradores, en esta escala, dicen experimentar muy poco dolor al gastar, lo que provoca que gasten más de lo que deberían; más tarde se arrepienten de su imprudencia financiera.

Los tacaños, en contraste, reportan sentir demasiado dolor al gastar. Batallan para separarse de sus centavos, y aún así con frecuencia se reprochan tener tantas dificultades para vivir la vida.

A partir de tales diferencias, el amor florece (al menos a un grado moderado, aunque estadísticamente significativo, descubrió el estudio).

"Casi todas las investigaciones previas han descubierto que uno se junta con gente similar", dijo Scott I. Rick, profesor de mercadotecnia de la Universidad de Michigan y co autor del estudio. "La gente ha intentado hallar evidencias de complementariedad, pero normalmente no las encuentran".

¿Por qué la gente busca sus polos opuestos en cuanto a gastar? Lo más probable es que lo que odiamos en nosotros mismos, también lo odiemos en otras personas.

"Puedo ver cómo esto podría ser una de esas diferencias seductoras en las primeras etapas del noviazgo", afirmó Stephanie Coontz, profesora en la Universidad Estatal Evergreen, en Olympia, Washington, y directora de investigación para el Consejo de Familias Contemporáneas. "¿Quizá uno se dice: 'este chico me hace sentir tan libre', o 'esta chica me hace controlarme'?".

Sin embargo, como han descubierto estudios anteriores, las decisiones de gastos son una fuente común de conflicto marital y un elemento importante para el divorcio. Este nuevo estudio mostró que las parejas financieramente opuestas reportan mayores conflictos por el dinero y menores niveles de felicidad conyugal.

Parece ser que la gente está consciente de este potencial para el conflicto. En otra serie de sondeos, los autores les preguntaron a personas solteras acerca de sus parejas ideales. Las respuestas en general describieron a un cónyuge que fuera idéntico a ellos en asuntos de consumo.

Quizá esta brecha entre las cualidades que la gente dice querer y los cónyuges que realmente escoge se da debido a que la gente no habla de dinero, señalan expertos en relaciones. Las parejas nunca se dan el tiempo de hablar de cómo se desarrollarán sus diferentes actitudes hacia los gastos en su vida cotidiana de casados.

Sin embargo, en términos más generales, la gente simplemente es mala para predecir qué quiere en el amor y el matrimonio, descubrieron los investigadores.

"Al parecer no tenemos casi ninguna precisión introspectiva en cuanto a lo que queremos en una pareja", expresó Eli J. Finkel, profesor de psicología en Northwestern y co autor del estudio.

Finkel especuló que la recesión podría amplificar los efectos negativos de las parejas poco compatibles económicamente.

Enrique R. Del Castillo G.M.D.
Dirección General