Tres niveles de impacto
Al revisar los datos de más de 60 mil personas que han aplicado sus talentos en su trabajo podemos observar tres niveles de impacto. Por un lado, se encuentra el resultado individual, el aumento en la productividad por persona. También existe un segundo nivel, que se observa en el trabajo en equipo, donde el impacto no sólo se refleja en una mayor productividad, sino también en la respuesta a la pregunta ¿Qué tanto disfrutas trabajar en equipo? Según los datos que tengo a la mano, si eres como la mayoría de las personas, a ti tampoco te gusta trabajar en equipo. Hay un tercer nivel de impacto, que se observa en la competitividad de la organización, en sus resultados clave, como son las ventas y las utilidades, la velocidad y la innovación.
Nivel individual
El primer dato que quiero compartir contigo es que una persona que aplica sus talentos en un rol de excelencia produce hasta 2.5 veces más que en un rol tradicional. No estamos hablando de un aumento marginal, sino de una magnitud que significa que la misma persona vale por dos si se identifican y aplican sus talentos en un rol adecuado. Este dato es significativo porque la perspectiva tradicional es hablar de talento casi exclusivamente en términos de selección de personal. Aquí estamos hablando de una responsabilidad nueva de la empresa: identificar y aplicar el talento de todos los colaboradores para que puedan aportar lo mejor de sí mismos cada día.
Trabajo en equipo
El segundo dato que quiero compartir es que los equipos que aplican la metodología de los talentos en cada colaborador producen entre 30 y 60 por ciento más que los equipos comandados por jefes tradicionales. Aquí, el jefe es la pieza clave. Los resultados más evidentes se producen en el área de ventas, donde cada colaborador gravita alrededor de una de las cuatro jugadas clave: prospectar, cautivar, generar confianza o cerrar.
Competitividad de la empresa
El tercer nivel de impacto se refiere al desempeño de toda la organización. El primer dato que quiero compartir contigo es el impacto en las utilidades de la empresa. Este dato proviene de un reporte elaborado por Miriam Bruhn, economista del Banco Mundial, con base en el estudio de más de 100 empresas mexicanas que han aplicado la metodología de los talentos. Este reporte revela que las empresas que aplican el talento de cada colaborador (y desarrollan la metodología de los talentos) obtienen utilidades 69 por ciento mayores a las empresas que operan al margen de los talentos. Otro estudio señala que un tomador de decisiones dentro de una empresa que conoce y aplica sus talentos en su rol obtiene utilidades 5 por ciento mayores a las de sus colegas que operan al margen de los talentos.
Aplicar talentos en roles de excelencia se ha convertido en una iniciativa de alto valor para muchas empresas. En resumen, la metodología consiste en identificar los talentos predominantes de cada colaborador y en entrenar a los jefes de equipo a realizar tres jugadas clave: afinar las expectativas de cada rol con base en los talentos de la persona, crear jugadas de alto desempeño con base en los talentos complementarios de los miembros del equipo y transformar puestos tradicionales en roles de excelencia, los cuales generan mayor velocidad e innovación.