jueves, 28 de octubre de 2010

LO MEJOR SIEMPRE ES ENTRE DOS



 Vivir en pareja brinda ilusiones, permite tener un proyecto de vida compartido, abre la posibilidad de formar una familia, además de que es una opción para compartir lo divertido de la vida, pero también para sobrellevar de mejor manera la tristeza, los momentos amargos y los fracasos.

"Debemos asumirnos como personas íntegras con necesidades económicas, profesionales, intelectuales, pero también afectivas", señala Isabel Gutiérrez, psicoterapeuta especialista en pareja.

Por esta razón, es fundamental considerar la importancia de vivir en pareja, pues uno de los rasgos más distintivos del ser humano es, precisamente, la necesidad de complementariedad, indica Gutiérrez.

"Dedicar un tiempo a esta necesidad de complemento es mucho más valioso que vivir solo, ya que la soledad muchas veces nos lleva a situaciones de depresión, angustia y ansiedad que no nos permiten crecer adecuadamente como personas y, aunque podemos ser muy exitosos en el trabajo o en otros ámbitos de la vida, siempre faltará esa parte humana de relación, de cariño y de afecto", indica Gutiérrez.

Actualmente hay muchos factores que empujan al individualismo. Uno de ellos es la creencia de que la libertad se verá restringida, pero esto es un indicador de que el individuo no quiere asumir el compromiso que implica una relación amorosa, pues subestima las necesidades afectivas.

"Si se deja de lado el compromiso y la responsabilidad de tener una pareja, nos estamos reduciendo como personas y propiciando la creación de un modelo de sociedad totalmente individualista", advierte la especialista.

La soledad o el menosprecio por las relaciones de pareja pueden generar depresión, inseguridad, angustia, problemas para comunicarse con los demás e intolerancia, concluye Gutiérrez.