“Tengo 39”, dice el hombre sin camisa
en el comercial de televisión, “y estoy en mejor forma ahora que cuando era
nadador en la escuela secundaria.”
Sonríe y
flexiona sus grandes y bien definidos músculos, mientras el locutor ensalza las
virtudes de Insanity, el régimen de ejercicios que afirma haber utilizado para
alcanzar este nivel de forma física. También nos dice, “¡es el entrenamiento
más difícil que se ha puesto en la
TV!”
Infomerciales
como estos se presentan con frecuencia en la televisión por cable, que es donde
Ron Weiner, de 71 años de edad los ve mientras camina en su máquina caminadora
en el sótano de su hogar en Searingtown, Nueva York. Mientras sintoniza las
noticias de negocios, Weiner – consultor de la industria de la madera – no
puede dejar de ver los comerciales. Admira el abdomen de seis músculos y bíceps
abultados, escucha las historias inspiradoras de transformaciones de ser
flácido a estar en forma – y continúa caminando.
''Sé que no son
para mí’', dice Weiner. “Creo que hay que tener cierta condición física, a
cierta edad, para poder hacer algunas de estas cosas con regularidad.”
Los programas
muy promocionados de “ALTA INTENSIDAD”
como Insanity y P90X son populares entre millones de estadounidenses, entre
ellos el candidato a vicepresidente Paul Ryan, de quien se dice que es devoto
de P90X. Ellos son parte de una amplia tendencia en la industria del fitness en
gimnasios y hogares hacia un ritmo rápido, haciendo más eficiente el tiempo mientras
se ejercita, y generalmente se realiza con muy poco descanso entre cada tipo de
ejercicio.
¿Pero son buenos
para las personas mayores? Quizás sorprendentemente, la respuesta es un tal vez
calificado. Como sugiere la reacción de Weiner a los infomerciales, los
ejercicios de alta intensidad son una actividad, como descargar canciones de
Justin Bieber o hacerse tatuajes, que muchos adultos mayores sienten que sería
mejor dejarlo en manos de sus hijos y nietos. “Uno de mis colegas lo expresa
así”, dice Hank Williford, científico del ejercicio en la Universidad de Auburn
en Montgomery, Alabama: “¿Es Insanity una locura para las personas mayores?”
Sin embargo, ALTA INTENSIDAD ES UN TÉRMINO RELATIVO. Considere
el régimen de Weiner: además de sus caminatas diarias de 6,4 kilómetros –
hechas a paso ligero, un ritmo de 1.6 kms en15 minutos – levanta pesas tres
veces a la semana en el gimnasio de su casa, incluyendo una sesión semanal con
su entrenador personal, Bob Phillips.
Mientras
Phillips mitiga la intensidad del entrenamiento cuando se trata de sus clientes
de mayor edad – incluyendo a Weiner, quien ha tenido una cirugía de reemplazo
de cadera doble – no quiere decir que se la pasen haraganeando durante sus
sesiones de 60 minutos. “Incorporamos tiempo mínimo de descanso”,
dice Phillips, que tiene su sede en Melville, Nueva York, y ha sido entrenador
durante 26 años.
En los 13 años
que ha estado trabajando con el entrenador, dijo Weiner, ha perdido 13 kilos y
ahora pesa 85. Y ha mejorado notablemente su fuerza, como lo demuestra su
capacidad de mantener una plancha durante dos minutos. También levanta pesas en
la banca, 54
kilogramos por 10 a 12 repeticiones.
A pesar de lo
ganado en el fitness por Weiner, Phillips dice que es poco probable que le
prescriba, a él o a alguno de sus clientes mayores, un programa como Insanity o
P90X. “Me encanta este tipo de entrenamiento explosivo para ganar peso
corporal”, dice Phillips, “¿pero es una buena opción para una persona de 60 y
pico con problemas ortopédicos relacionados con la edad en la vida real? Yo no
lo creo.”
En el otro lado
del país, en San Diego, Floyd Humphries de 70 años de edad, ha probado P90X.
“Fue duro”, dice Humphries, corredora de competencias desde hace mucho tiempo
que también hace bicicleta y levanta pesas tres veces a la semana bajo la
supervisión de un entrenador personal.
¿RECOMENDARÍA EL PROGRAMA A
ALGUNO DE SUS AMIGOS?
“No”, dice
tajante. “Por Dios, vemos los anuncios. Estas chicas de cuerpo duro como la
roca, estos chicos en sus treintas y cuarentas. Tengo amigas en los 60 años que
se lastimarían haciendo esto.”
Williford,
también se preocupa por las lesiones, y señaló que en varios estudios, personas
mayores participaron en programas de ejercicios de alta intensidad y mostraron
ganancias en su fuerza – y también una importante tasa de lesiones. “El
riesgo probablemente es mayor que los beneficios en muchos de esos programas de
alta intensidad”, dijo Williford, especialista en fitness para
adultos mayores.
Sin embargo, una
notable excepción a este punto de vista se reflejó en un estudio presentado en
la reunión anual del American College of Sports Medicine durante mayo en San
Francisco. En el estudio, realizado en la Universidad de Alabama
en Birmingham, a 70 adultos, de edades entre 60 y 75, se les prescribió al azar
diferentes protocolos de entrenamiento con pesas, de diferentes niveles de
intensidad, con una duración de 30 semanas. Los que obtuvieron mayores
beneficios siguieron un programa que involucró 45 minutos de sesiones de entrenamiento
de alta intensidad con pesas, dos veces a la semana, junto con una sesión
semanal de intensidad moderada de la misma duración.
Aunque no es un
programa de ejercicios como Insanity o P90X, los entrenamientos, realizados en
aparatos de resistencia, fueron duros. Participaron en “superseries” – una
forma consagrada al incremento de la intensidad mediante la realización de ocho
a 12 repeticiones de un movimiento de levantamiento de pesas y luego saltar a
otro, sin parar. Después de cada superserie, los sujetos, que fueron
supervisados ??durante cada sesión, tomarían un descanso de 60 segundos antes
de continuar.
Resultados: Los
que realizaron los entrenamientos de superseries de alta intensidad dos veces
por semana, aumentaron en promedio 2 kilos de masa muscular. Y, añade el
investigador principal, Marcas Bamman, con “cero lesiones”.
¿Cómo pueden las
personas mayores obtener resultados similares en entrenamientos de alta
intensidad? “Necesitan instrucción adecuada”, dice Bamman, quien es director
del Centro de la
Universidad de Medicina del Ejercicio. Todos los sujetos
involucrados en el estudio, que fue financiado por una subvención del INSTITUTO NACIONAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO,
pasaron por un programa de introducción de cuatro semanas en el que aprendieron
los fundamentos del entrenamiento de pesas y cómo realizar correctamente los
ejercicios. Bamman dice que cree que esto les dio LA
CONFIANZA PARA
ASUMIR EL TRABAJO DE MAYOR INTENSIDAD – Y LA VOLUNTAD PARA
INTENTARLO. “EL ESFUERZO”, DICE, “ES CLAVE”.
Él no recibe
argumentos contrarios por parte de Jeff Potteiger, científico del ejercicio en
el Grand Valley State University en Grand Rapids, Michigan, aunque Potteiger
añade que SIMPLEMENTE REALIZAR ACTIVIDAD
FÍSICA EN CUALQUIER NIVEL DE INTENSIDAD ES EL PRIMER PASO PARA CUALQUIER ADULTO
MAYOR. “SI YA ESTÁ EN FORMA, TRABAJE UN
POCO MÁS Y VEA LO QUE LE TRAE”, RECOMIENDA. “SI NO, SALGA Y EMPIECE A HACER
ALGO.”