México D.F., a viernes 10 de julio de2009
B-07-131
LA ECONOMIA ESTA POR CAMBIAR
Pareciera una paradoja, pero cuando peor estamos es cuando empezamos a mejorar. Eso es lo que pasa en la economía mexicana
La caída del PIB en el segundo trimestre del año será la mayor de la historia documentada del país, con un retroceso mayor a 10 por ciento.
Sin embargo, precisamente algunos datos de junio confirman que las tendencias económicas están por cambiar.
Hemos pasado (y estamos pasando) por puntos de inflexión en la actividad productiva.
Al tratarse de puntos de inflexión, no hay un cambio de signo en las variaciones anuales de la actividad económica, pero sí los hay en las variaciones de las variaciones, o si lo quiere ver en términos matemáticos, en la segunda derivada de una gráfica en la que se representa la producción en el tiempo.
Esto quiere decir, por ejemplo, que en el caso actual, las variaciones siguen siendo negativas -y lo seguirán siendo por varios meses-, pero van a hacerse más cercanas a cero y al paso del tiempo van a convertirse en positivas.
Le pongo un caso que acaba de darse a conocer: el índice de confianza del consumidor.
En el mes de junio este indicador cayó en 10.6 por ciento respecto al del mismo mes del año anterior. Pero en mayo había caído en 16.9 y en febrero -su peor caída- había retrocedido en 21.9 por ciento.
Otra de las formas de ver este cambio de tendencia es observar la trayectoria de las variaciones más puntuales e inmediatas, por ejemplo, de junio contra mayo, siempre y cuando las cifras estén desestacionalizadas. En ese caso, tenemos un crecimiento de la confianza del consumidor de casi 4 por ciento en junio.
El INEGI, además, calcula una serie de tendencia en la que suaviza las variaciones y nos deja ver la trayectoria de mediano plazo. En ese caso, en junio se dio el segundo incremento mensual consecutivo, que aunque apenas es de 2 décimas de punto porcentual, ya perfila una modificación de la dirección.
Otro de los indicadores más importantes es el de pedidos del sector manufacturero, en el que, para junio, ya suman cuatro meses de pequeños incrementos en su serie de tendencia.
En el caso del comercio minorista, aunque los datos están más atrasados y terminan en abril, usando este mismo indicador, ya se registran dos meses de pequeños aumentos en su serie de tendencia.
En contraste, donde no ceden las caídas, aun usando esta metodología, es en las exportaciones de manufacturas o en el empleo del sector industrial.
Pareciera que los sectores de la economía en los que se pueden percibir puntos de inflexión en su trayectoria a la baja están asociados al mercado interno, mientras que los vinculados a las exportaciones aún van a tardar más en terminar sus caídas.
Es significativo que este cambio de tendencia que empieza a apuntarse en algunos sectores y regiones en el país haya ocurrido en los meses cercanos, o de plano en la víspera de las elecciones de este año.
Quizá si se hubiera presentado meses atrás, los resultados electorales habrían sido diferentes.
Pero la mayoría de la población ha percibido que pese a todos los discursos que se lancen (como los de ayer del Secretario de Hacienda y del propio Presidente Calderón), las medidas de política pública que se pusieron en práctica no fueron suficientes para impedir que la crisis adquiriera dimensiones sin precedente.
Hace 6 años, el Gobierno de Fox sufrió también un fuerte revés en las elecciones del 2003 porque la gente sintió que la alternancia en el Ejecutivo no se tradujo en la mejoría del nivel de vida de la gente.
El problema es que después de eso, el anterior Gobierno prácticamente se paralizó y los últimos 3 años terminaron casi por inercia y en medio de tormentas políticas.
¿Podrá el Gobierno de Calderón negociar las reformas necesarias para que esa leve tendencia a la recuperación de la que le hablaba se convierta en un impulso fuerte en la segunda parte de su sexenio?
Ojalá que lo consiga.
Dirección General
Enrique R. Del Castillo G.M.D.
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